febrero 03, 2009

El Lago


Soy un lago, de aguas antes dulces
Hoy agrias, los seres dependientes del líquido
Y la vida, han rehusado beberme
Han llorado el marchitar de mis lirios,
Han maldecido el morir de mi amor,
Han odiado mi silencio sin alegría,
Han recordado la anterior quietud acuosa,
Amorosa, benigna, generosa,
Y se han ido, se han ido


Los que no quisieron morir conmigo.
De su deuda filial se han despojado,
Y buscando nueva simbiosis me han dejado.
Los que quedarse han preferido,
Extensa pero suave agonia han hallado,
En largo sueño de la vida han desaparecido,
En un profundo letargo han expirado.
Más lejos, más allá de mi agonía,
Pequeños bosques lozanos se han acercado
Para reclamar este territorio,
que cuando muera habré dejado.

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